miércoles, 5 de agosto de 2009

De la Mimesis y la Diegesis. Aplicada.

Ya lo había dicho: Un film se escribe en la pantalla y en dos dimensiones.
Dos dimensiones: (1) Dramática, que corresponde a la escritura del guión literario; (2) Argumental, que corresponde a las dinámicas visuales y lingüísticas de la planimetría. De la pantalla, en este post, no me encargaré, puesto que no tengo a la mano ningún recurso diegetico. A la mereced de estas dos primeras dimensiones el siguiente gag:





SEC. INT. DÍA. CARRO. EN MOVIMIENTO

HOMBRE está sentado en la parte de atrás del carro, se pone de pie, con la cabeza algo agachada, a ras del techo. En la parte delantera, una cajetilla de cigarrillos abierta, a mitades, un libro y una botella de licor, ya comenzada.

HOMBRE (en off)
¿Los cigarrillos o la botella?... -en voz presencial diegetica- el libro.













El drama del guión describe una situación; busca una suerte de objetividad. La planimetría, como lenguaje visual ahonda en las interpretaciones; busca una suerte de subjetividad. Eso, en todos los films. Un universal del séptimo arte; de Passollini para acá se ha dicho ya mucho, nunca los suficiente. Aquí, el lector tendrá la tarea de buscar una relación entre estás dos dinámicas; de sacarlas de su entorno práctico y darles un uso en las no tan altas esferas de la interpretación teórica. De la objetividad a la subjetividad hay un mundo, del sueño a la vigilia, otro mundo, sólido y onírico, conocido y desconocido a la vez.


*La imagen es una completa basura; mi inexperiencia en estos medios virtuales no me permite postearla con más claridad.