domingo, 16 de agosto de 2009

Cinesífilis

En cine existen tres géneros (es un asunto diferente al de la literatura): Ficción, o argumental, Documental y Animación, hijo del progreso técnico en este medio artístico. Cada género tiene unas características de forma y contenido. Claro está, en las últimas décadas se han visto excelentes ensayos de mezclas de género. A lo que realmente voy es a mostrar que cada uno de estos géneros- principalmente la ficción y el documental; la animación es un cuento más raro y del que no conozco tanto- desde la forma y el contenido logran hacerse expresar desde mecanismos distintos. De esa manera, la complejidad y fuerza de cada género tiene una validez diferente. En términos más sencillos, intento mostrar que cada género trata la realidad de una manera distinta; según sus capacidades.

No sé si algún lector haya pasado una noche sin emborracharse y haya tenido el infortunio de terminar viendo televisión en vez de andar pasándola en un bar. Yo he sido de esos. Media noche: Paraíso, un documental de Felipe Guerrero. Señal Colombia. Ganador de la convocatoria del Fondo de Desarrollo Cinematográfico 2007- es ahí dónde me digo que ese premio sí que vale la pena. Seguiré esperando- Retomo. Guerrero en este documental hace de director, de fotógrafo, camarógrafo y de colombiano. El film toma como excusa retratar el movimiento literario nadaísta para hacer un retrato increíblemente poético de la rebeldía en los años sesenta. Ni un dialogo, ni una voz en off. Un plano final que parece contradecir las definiciones de estos dos instrumentos. Este documental coge material de archivo y lo mezcla con material rodado por Guerrero y hace un montaje monumental en tamaño y sorprendente en sus cualidades comunicativas. Allí, hablar de un valor lingüístico del plano es una verdadera estupidez. Cada plano comunica por su valor dramático y su situación en el orden del montaje, que de tiempo y coherencia espacial no tiene nada. En pocas palabras, el documental comunica por su valor humano, que le permite dejar de lado herramientas de corte cinematográfico. Sin embargo, explota otras y las lleva al límite. Este es sólo un ejemplo de lo particular que puede ser la exploración de un género cinematográfico. Y en esa exploración es que se puede encontrar su fuerza comunicativa. El documental, explota la realidad. Es hijo de la reacción del cineasta a su acontecer diario. En los albores de los ochenta tomó una faceta didáctica y pedagógica. Pero, eso, es sólo una faceta. La reacción seguirá siendo lo primordial.

Aquí no trato de definir el género documental. Es un asunto más complicado que un párrafo. Lo que trato aquí es definir los dos géneros cinematográficos principales frente a su relación con el tratamiento de la realidad que sus matrices de contenido y forma permiten.

Empecé por el documental y termino por el documental. Luis Ospina en Un Tigre de Papel hace un documental con un personaje ficticio: Pedro Manrique Figueroa. El metraje da un curioso retrato de la relación de las políticas jóvenes de izquierda de los años setenta y la evolución del arte plástico en Colombia. Un documental con un personaje ficticio, le llaman un “Docudrama”- se me hace un nombre algo rosado para un juego de realidades mucho más negro-. Un Tigre de Papel no cabe en ningún género. Este film es una reacción frente a la realidad de misma de la vida del realizador. (Es interesante explorar lo que ha sido la vida de Ospina y el circulo de CaliWood). Desde ese aspecto, tiene algo de documental. Sin embargo, su forma, en términos histriónicos, no encaja. Es un tratamiento muy peculiar de la realidad.

Ahora, todo film argumental contiene un metaobjetivo; un discurso; un tratamiento critico de la realidad. Sucede que la ficción por traer consigo una Mise en Scéne (Sí, a lo Nouvelle Vague) permite tratar sujetos de índole mucho más abstracta. Ahí, la diferencia de la fuerza de expresión que tienen estos dos géneros.

Por ello, en Un Tigre de Papel se encuentra una buena mezcla entre la realidad de la izquierda y la plástica colombiana en los setenta y la vida del realizador caleño.



CeQu´ilFallaitDemontrer
Dos géneros. Dos maneras de tratar la realidad.





Imagenes del Festival de Cine Sin Fronteras de Cali

Afiche Conmemorativo de la

Nouvelle Vague Cinematographique