sábado, 26 de septiembre de 2009

Primera entrega: La realidad desde el sonido y la imagen. O la vida desde el cine.

Lo real es una percepción. Partamos de allí. Lo real, entonces, tiene tres grandes esferas: la sonora, la visual y la concreta. Tres esferas que construyen en sí y para sí y entre sí, sentido. A lo que voy, al sentido y a la realidad. No al sentido de la realidad. Buena parte de nuestras percepciones sensibles sobre lo concreto se basan en lo que no es concreto: la imagen y el sonido. Vemos y escuchamos y nos hacemos una idea de lo que tenemos en frente. En el cine, se escucha, se ve y se hace parte de una historia; ahí la parte concreta. El asunto de que el espectador sea participe de la historia es algo que ya he demostrado, explicado y sustentado.


He presentado tres esferas de percepción que corresponden a tres dinámicas de expresión cinematográfica. En sencillas palabras, nuestra percepción de lo que sucede en la pantalla es muy similar a la que tenemos de la realidad. Si algún día voy al cine y puedo tocar algo que esté en la pantalla, me retiro de esto. Desde el complejo de mimesis y diegesis se puede demostrar que el cine es algo más que un simulacro de realidad. Desde la semiótica no es imposible. Y esa es la propuesta de este post.


La Imagen. Todo objeto que veamos en la pantalla remite, naturalmente a algún objeto que hayamos percibido en nuestro entorno real. La imagen tiene un inmenso poder de designación, mayor que el de las palabras – suena atrevido el último inciso, pero se me hace cierto-. Nuestros ojos ven en formato 16/9. Vemos el mundo como si viéramos una película. Ahora, si aquí hablo de semiótica, no puedo descartar que el lenguaje cinematográfico nazca de la intervención creativa del montaje, el tiempo y el espacio. El plano es una creación, no una percepción de lo real.


El sonido. Amante tardío y traicionero de la imagen. La imagen generalmente va acompañada de sonido. Desde los primeros sonidos en el cine, hasta los modernos sistemas actuales, han buscado generar coherencia con la imagen. Hablo desde la proyección, no desde la creación. Crear sonidos para cine es un asunto distinto. Ahora, ningún sonidista pone un boom al lado de la cámara para que haga las veces de oído testigo. El sonido, es una herramienta narrativa, es moldeada y modificada. El sonido tiene una intención.



CeQu´ilFallaitDemontrer
La imagen y el sonido son herramientas perceptivas de lo real.


*En cine y en la vida. La vida y el cine no están tan lejos. Hasta se confunden




*En el próximo post recogeré ese cuento de lo concreto y la acción